Reducimos el derroche
En
todo el mundo hay muchas iniciativas para reducir la acumulación de sobras alimentarias.
- Informaciones
- Instrucción
- Medición del derroche
- Mejora de la logística
Sin embargo, la actividad es reciente y limitada, a la evaluación.
Crear una campaña:
El Waste and Resources Action Programme (WRAP) ha hecho una campaña en el Reino Unido para las persona que “aman la comida, odian la sobra” (en inglés la campaña se llama “love food, hate waste”) y se ha registrado una reducción del 13% de las sobras durante 3 años (2006/7-2010). WRAP ha descubierto que las personas que planifican, crean listas de la compra y controlan qué alimentos tienen, echan menos comida de los “compradores espontáneos”. La organización anima a las personas a que no malgasten las sobras y utilicen los alimentos que van a caducar en nuevas recetas.
Crear una campaña:
El Waste and Resources Action Programme (WRAP) ha hecho una campaña en el Reino Unido para las persona que “aman la comida, odian la sobra” (en inglés la campaña se llama “love food, hate waste”) y se ha registrado una reducción del 13% de las sobras durante 3 años (2006/7-2010). WRAP ha descubierto que las personas que planifican, crean listas de la compra y controlan qué alimentos tienen, echan menos comida de los “compradores espontáneos”. La organización anima a las personas a que no malgasten las sobras y utilicen los alimentos que van a caducar en nuevas recetas.
Comunicar la frescura
En las etiquetas se pueden encontrar varias fechas: “preferiblemente dentro de ”, “consumir dentro de”, “fecha de caducidad”, “vender dentro de”, pero estas no se utilizan siempre correctamente. Por eso el Parlamento Europeo ha sugerido una etiquetadura con doble fecha que incluya las fechas “vender dentro de” y la “fecha de caducidad”, pero antes es necesario que el consumidor entienda la terminología.
La fecha “preferiblemente dentro de” se refiere a una duración mínima, más allá de esa fecha es improbable causar daños pero el productor evidencia que las calidades sensoriales (el gusto, la consistencia, …) podrían no respetar las expectaciones del consumidor (indicador de cualidad). Una ulterior guía para las empresas ayudaría a estandarizar la comunicación de las fechas y los consejos para la conservación que pueden aumentar significativamente la duración (por ejemplo conservar los alimentos secos en contenedores herméticos).
Conservación
Los congeladores ofrecen la oportunidad de conservar los alimentos. Los consejos sobre las etiquetas alimentarias concernientes las instrucciones para la congelación deberían ser armonizados de manera que los consumidores puedan congelar los alimentos en su casa y con seguridad. Los vendedores pueden también ayudar a los consumidores promoviendo la utilización (venta) de etiquetas y bolígrafos para los congeladores, contenedores para la conservación, bolsas térmicas ( para transportar productos) y termómetros para frigoríficos( para mantener los frigoríficos domésticos entre los 0°C y los 5°C).
Confección
Las innovaciones en la confección pueden reducir el derroche ( y sobre todo el impacto ambiental), mejorando los materiales y las características estéticas, por ejemplo con confecciones que se pueden volver a precintar o desarollando películas “inteligentes” que indican la pérdida de frescura del producto cambiando de color.
En las etiquetas se pueden encontrar varias fechas: “preferiblemente dentro de ”, “consumir dentro de”, “fecha de caducidad”, “vender dentro de”, pero estas no se utilizan siempre correctamente. Por eso el Parlamento Europeo ha sugerido una etiquetadura con doble fecha que incluya las fechas “vender dentro de” y la “fecha de caducidad”, pero antes es necesario que el consumidor entienda la terminología.
La fecha “preferiblemente dentro de” se refiere a una duración mínima, más allá de esa fecha es improbable causar daños pero el productor evidencia que las calidades sensoriales (el gusto, la consistencia, …) podrían no respetar las expectaciones del consumidor (indicador de cualidad). Una ulterior guía para las empresas ayudaría a estandarizar la comunicación de las fechas y los consejos para la conservación que pueden aumentar significativamente la duración (por ejemplo conservar los alimentos secos en contenedores herméticos).
Conservación
Los congeladores ofrecen la oportunidad de conservar los alimentos. Los consejos sobre las etiquetas alimentarias concernientes las instrucciones para la congelación deberían ser armonizados de manera que los consumidores puedan congelar los alimentos en su casa y con seguridad. Los vendedores pueden también ayudar a los consumidores promoviendo la utilización (venta) de etiquetas y bolígrafos para los congeladores, contenedores para la conservación, bolsas térmicas ( para transportar productos) y termómetros para frigoríficos( para mantener los frigoríficos domésticos entre los 0°C y los 5°C).
Confección
Las innovaciones en la confección pueden reducir el derroche ( y sobre todo el impacto ambiental), mejorando los materiales y las características estéticas, por ejemplo con confecciones que se pueden volver a precintar o desarollando películas “inteligentes” que indican la pérdida de frescura del producto cambiando de color.
Comida a km cero
Otro aspecto importante y muy cercano a las familias es el
de la comida a km cero: es una forma para disminuir mucho el desperdicio, sobre
todo durante el transporte de los bienes.
Los alimentos a km cero, llamados también a cadena corta,
son productos locales vendidos cerca de los lugares de produción.
Se puede utilizar la palabra Farmer's market para indicar los mercados y/o las tiendas donde los agricultores encuentran al consumidor para vender sus productos sin intermediarios y entonces sin aumentar más los precios finales.
Italia es un País lleno de materias primas como por ejemplo fruta, verdura, cereales, por esta razón es funtamental utilizar productos cerca de nosotros con el fin de evitar desperdicios y también para ahorrar dinero.
Se puede utilizar la palabra Farmer's market para indicar los mercados y/o las tiendas donde los agricultores encuentran al consumidor para vender sus productos sin intermediarios y entonces sin aumentar más los precios finales.
Italia es un País lleno de materias primas como por ejemplo fruta, verdura, cereales, por esta razón es funtamental utilizar productos cerca de nosotros con el fin de evitar desperdicios y también para ahorrar dinero.
¿Por qué hacer la compra a km cero?
Acortando la hilera de la producción a la distribución:
Durante el transporte de los productos, muchos de esos, van perdidos, aumentando la cantitad de producto derrochada; a través del uso de materias a km cero el problema se cancela, cortando una etapa del derroche. A pesar de estos viajes, la cantitad de comida emportada es cada vez más alta.
Este problema nos preocupa mucho: de hecho, en nuestras zonas, la “Pianura Padana”, se cultivan, por ejemplo, muchos cereales y hortalizas; sin embargo en los supermercados se encuentran cada vez más productos que vienen del extranjero.
En los últimos años la globalización, la lógica del mercado, las políticas comerciales de las grandes empresas multinacionales han distanciado geográficamente cada vez más fabricantes y consumidores. Por lo tanto, con el aumento en la importación / exportación de alimentos y materias primas, la centralización de la producción en manos de unos pocos grandes productores, el crecimiento exponencial de las grandes superficies centralizadas, ha habido un aumento exorbitante de los grandes vehículos para el transporte de alimentos. Hasta hace pocos decenios los alimentos recorrían sólo unos kilómetros, ahora pueden viajar cientos o miles de kilómetros antes de llegar a los estantes.
No es raro comprar verduras cultivadas en África, miel proveniente de los Países extra comunitarios y el yogur fabricado en los Países de Europa del Este con la leche holandesa.
Lo que llega a nuestra mesa es a menudo el resultado del trabajo de muchas empresas, cada una de las cuales realiza sólo una fase de la fabricación del producto. Por ejemplo, en el caso de los productos frescos, como frutas y verduras, a menudo son recogidos en una localidad, lavados y limpiados en otra, empaquetados en un establecimiento de otro lugar, y finalmente entregados a las grandes cadenas de distribución.
Esta última etapa no puede ser corta: cualquier producto empaquetado, antes de llegar a un supermercado, puede ser objeto de medidas adicionales realizadas por otros intermediarios, por ejemplo los actores de la logística para el transporte y manipulación de mercancías, etc.
- se cortan algunos pasajes y entonces algunos costes. El resultado final es un ahorro alrededor del 30% de los precios.
- En segundo lugar la compra de las comidas a km cero asegura cualidad y frescura de los productos: llegando directamente al productor, no han sufrido los daños del pasar del tiempo que se acumulan en los varios pasajes hasta las tiendas
- Al final, esta tipología de mercado contribuye de manera imperceptible para mejorar el medio ambiente, cortando del 30% las emisiones de anhídrido de carbón, también a causa de un menor movimiento de coches (para ir a hacer la compra) y de camiones (para el transporte de los productos)
Durante el transporte de los productos, muchos de esos, van perdidos, aumentando la cantitad de producto derrochada; a través del uso de materias a km cero el problema se cancela, cortando una etapa del derroche. A pesar de estos viajes, la cantitad de comida emportada es cada vez más alta.
Este problema nos preocupa mucho: de hecho, en nuestras zonas, la “Pianura Padana”, se cultivan, por ejemplo, muchos cereales y hortalizas; sin embargo en los supermercados se encuentran cada vez más productos que vienen del extranjero.
En los últimos años la globalización, la lógica del mercado, las políticas comerciales de las grandes empresas multinacionales han distanciado geográficamente cada vez más fabricantes y consumidores. Por lo tanto, con el aumento en la importación / exportación de alimentos y materias primas, la centralización de la producción en manos de unos pocos grandes productores, el crecimiento exponencial de las grandes superficies centralizadas, ha habido un aumento exorbitante de los grandes vehículos para el transporte de alimentos. Hasta hace pocos decenios los alimentos recorrían sólo unos kilómetros, ahora pueden viajar cientos o miles de kilómetros antes de llegar a los estantes.
No es raro comprar verduras cultivadas en África, miel proveniente de los Países extra comunitarios y el yogur fabricado en los Países de Europa del Este con la leche holandesa.
Lo que llega a nuestra mesa es a menudo el resultado del trabajo de muchas empresas, cada una de las cuales realiza sólo una fase de la fabricación del producto. Por ejemplo, en el caso de los productos frescos, como frutas y verduras, a menudo son recogidos en una localidad, lavados y limpiados en otra, empaquetados en un establecimiento de otro lugar, y finalmente entregados a las grandes cadenas de distribución.
Esta última etapa no puede ser corta: cualquier producto empaquetado, antes de llegar a un supermercado, puede ser objeto de medidas adicionales realizadas por otros intermediarios, por ejemplo los actores de la logística para el transporte y manipulación de mercancías, etc.